A nadie dejará de causarle extrañeza la lectura de este cartel, y es que se me antoja imposible que alguien, persona o animal, sea capaz de defecar un perro, con lo cual estaríamos ante una prohibición absurda.
Tal vez los diseñadores de este cartel buscaron una frase corta, para leer rápido y que no prestara lugar a confusión, pero se equivocaron por completo.
Esta fórmula guarda una simetría
perfecta con esta otra muy habitual cerca de fuentes, lagos, pozos, etc.: Prohibido lanzar monedas, fórmula totalmente correcta.
acción, lo que se lanza.
complemento directo de defecar. Al contrario, perros es el sujeto de defecar, es quien realiza la acción, con lo que la frase, para evitar ambigüedades, debería ser: Prohibido que los perros defequen.
ambigüedad: Prohibido defecar a los perros, que sería similar a prohibido comprar manzanas o prohibido comprar a los árbitros.
a cuestiones de si el objeto es animado o inanimado.
que los árbitros compren.
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